A todos los austeros y sufridos
agricultores extremeños.
La parda geometría del barbecho
tú tienes reflejada en tu semblante
y tu cuerpo, torcido hacia adelante,
hacia el surco final... se va derecho.
Entre miles de surcos, has deshecho
tu vida en un trabajo esclavizante,
entregando sudores cada instante
como el líquido precio a tu provecho.
Un montón de recuerdos arrugados
y una sed de justicia insatisfecha
conservas en el alma por cosecha.
Y te irás de este mundo..., bien pagados
los gastos por tu vida y sus cuidados
y estarás del Buen Dios a la derecha.
(*)Primer premio del certamen extremeño de poesía "Martes Mayor" de Plasencia (Cáceres), 1983.
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