Tienes el alma de almeja
y el humor de calamar,
tan cerrada, tan compleja…,
que, ni servida en bandeja,
serás de amor un manjar.
Ningún galán te corteja
con tales galas de ajuar
y así no hallarás pareja
que se aproxime a tu reja
y te lleve hasta el altar.
Año tras año, perpleja
viste la vida pasar
de puntillas… Te haces vieja
y ya tu rostro refleja
el rastro de tu pesar.
Por tu callada calleja,
ya no se oye aquel cantar
de un joven que, en Nochevieja,
su alma abrió de par en par
y quiso ser tu pareja
como marido ejemplar.
Ya más avispa que abeja
-sin cera ni miel que dar-
el hombre de ti se aleja
y, con tu dolor, te deja
sola en tu sala de estar;
porque el amor se asemeja
al vino que, en su lagar,
lo daña el tiempo, lo añeja
y, aunque en tonel se proteja,
se hace acedo al paladar…
Gracias paisano por estos poemas tan bonitos dedicados a nuestra tierra, EXTREMADURA.
ResponderEliminarUn saludito.
Hola, mi estimada amiga y paisana montijana María, muchas gracias por esta nueva visita y por tu breve y laudatorio comentario a mis versos. Me alegro de que mis poemas sean de tu agrado; yo creo que los lees con las "gafas de aumento" del amor a lo extremeño y esto te hace verlos tan "bonitos".
ResponderEliminarUn saludo cordial y amistoso de tu paisano y amigo
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona