Yo no sé qué trastornos encefálicos
les imponen impulsos narcofílicos
donde imperan los hábitos etílicos
que les llevan a hacer actos vandálicos.
Utilizan lenguajes coprolálicos:
cacofónicos tacos de egofílicos
por adanes de edenes seudoidílicos
y presumen de seres acefálicos.
Batallón de noctívagos mozuelos
con esclavos de pasta y de pastilla
y aprendices insomnes de mochuelos.
Con botellas, batallan en pandilla
y alborotan la noche en sus revuelos
por buscar un placer de calderilla…
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