Yo no sé por qué falso
modernismo
tanto
joven al ruido se encadena
con
eufóricos cantos de sirena
programados
“con cierto” despotismo.
Atrapado en eufónico hedonismo
de
un frenético ambiente de verbena
con
estrépito de histérica colmena,
ya
no piensa ni siente por sí mismo.
Le conciertan maléficos
festejos
una
turba de turbios malandrines
con
fulgentes y fónicos manejos.
Sólo buscan lucrarse en sus
trajines
anulando
del joven los reflejos
y
su pasta alimente maletines…
No hay comentarios:
Publicar un comentario