Otra vez, Jaraicejo, aquí me tienes
a mi cita estival , a hacer un alto
en mi humano vivir en sobresalto
entre gases y prisas y vaivenes.
Las raíces me tiran de mis genes
y retorno feliz y cabizalto
de ese infierno del ruido y del asfalto
con más canas y arrugas por mis sienes.
En ti, encuentro un edénico remanso,
tan propicio al balsámico descanso
que me sirve de anímico sedante.
De tu grato regazo no me canso
porque soy hijo tuyo, aunque distante,
y me secas mis penas tal secante.
Hola Wenceslao, sigo visitando tu blog tan interesante como siempre.
ResponderEliminarSALUDITOS
Muchas gracias, mi estimada, fiel y noble amiga María, por esta nueva visita a tu casa poética que son mis versos. Me alegro de que te siga siendo interesante y digno de ser visitado. Un abrazo extremeñamente fraterno de tu amigo y paisano
ResponderEliminarWenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona.