Estás como cumpliendo una sentencia
por delitos que nunca has cometido,
condenado a un destierro dolorido
que ha vestido de luto tu existencia.
El tiempo te borró de la conciencia
las huellas de un pasado ya perdido;
te apagó tus recuerdos el olvido
y te heló el corazón la fría ausencia.
Yo no sé qué violenta ventolera
te arrastró de tu tierra brutalemente
como a ingrávida hojilla volandera.
Sólo sé que te pudres lentamente,
sin raíces, sin patria y sin bandera
porque estás transplantado en otro ambiente.
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