A Fernando Calderón y Conchi Luengo,
por su defensa de lo extremeño.
No traiciones tu nombre y apellido;
¡eres "Valle"..., además "de Caballeros"!
consintiendo que emplacen en tus tierras
un rabioso y atómico avispero;
una planta de frutos nucleares
que emponzoñe tus vegas y veneros
y convierta las aguas de tus ríos
en rodantes, fluviales basureros.
Polvorín de furiosa dinamita
donde laten los átomos guerreros
-los protones, neutrones, electrones-
entre acero y cemento prisioneros.
Tú eres valle de paz y no de guerra.
de encinares, de mieses, de corderos...,
de un bucólico ambiente tan opuesto
a un atómico y vil estercolero.
Eres valle de gentes extremeñas
-labradores, pastores, jornaleros...-
que cultivan parcelas de esperanza
con sus recios esfuerzos, con esmero.
Este valle quisieran convertirlo
en un verde tapete, en un tablero
donde echarse una atómica partida
los magnates de luz y de dinero.
Con atómica y eléctrica energía,
su jugada defienden los logreros
y hasta juegan con trampas-amenazas
de subirnos recibos venideros.
Ellos buscan la luz..., pero con sombras
de amenazas, temores muy severos
sin contar en sus cuentas las personas
que no rentan el bolsa ni un entero.
Ellos quieren la luz en sus bolsillos
bajo forma radiante de dinero
y horizontes brillantes de intereses
en sus cuentas redondas como ceros.
Les importa muy poco nuestra vida
porque son empresarios y banqueros
que hipotecan, computan y programan
nuestra humilde existencia en sus ficheros.
Preguntad a Hiroshima y Nagasaki,
caballeros de Val-de-caballeros,
que os informen de atómicas memorias
y os presenten los datos verdaderos...
No se puede vivir bajo amenazas,
en estado angustioso y lastimero,
tal los bueyes capones, cabizbajos
en espera del fin, el matadero;
al continuo temor de algún chispazo,
de un escape imprevisto, traicionero
con su aliento flamígero, "omnicida"
que transforme este valle en un brasero.
No queremos regalo "luminoso",
tan brillante, costoso y lisonjero;
nos lo impide aceptar nuestra modestia
de extremeños tan serios, tan austeros.
No debemos tomar este paquete,
que es un premio más dignos de primeros,
los que están en cabeza de la fila,
no de aquellos que somos los postreros.
Caridad no queremos, sí justicia,
el empleo de ecuánime rasero
en reparto de bienes y de males,
no el injusto mendrugo limosnero;
porque estamos cansados de migajas
de gobiernos centrales, cicateros
que nos dan lo que sobra, la limosna,
lo que otros, más ricos, no quisieron.
No mancilles con átomos tu nombre
tan hermoso, tan noble, tan señero,
que no tenga sonidos de amenazas
ni figure en fatídicos ficheros
y rechaza guerreras resonancias
que recorran ruidosas tal reguero
de una pólvora atómica temida,
pregonando tu infamia al mundo entero.
Que tu valle se torne en cordillera
de protesta que llegue a los "luceros"
con un bosque de brazos que se opongan
a un fatal y nefasto desafuero.
Mi conciencia y mi pluma te acompañan
y te ayudan, tal grano a su granero,
a formar una unánime muralla
que detenga un proyecto tan grosero.
¡No hipoteques tu paz y tu futuro
por posibles mareas de dinero
y haz honor a tu nombre y apellido
que eres "Valle"..., además "de Caballeros"!
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