Te has gastado tu tiempo sin un fin, tontamente,
consumiendo las horas de tu efímera vida,
tal beodo embebido en sorber su bebida
que no cuenta las copas porque ya no las siente.
Has vivido de espaldas al destino, indolente
al sentido del hombre, sin altura debida,
sólo atento al instinto de tu arcilla podrida
y a los vicios de moda que te impuso el ambiente.
Un voraz apetito de primarios placeres
ha prestado a tu cuerpo los mejores servicios,
olvidando del alma los más nobles deberes.
Y ahora llega la hora de pagar la factura
por tu vida empapada de placeres y vicios
con diarias monedas de dolor y amargura...
Hola Wenceslao, ya he podido hallar "Autodefensa del Libro" y lo he colocado en mi blog (http://actosescolareseempa.blogspot.com/2011/06/autodefensa-del-libro1.html).Gracias nuevamente por permitir apropiarme de tus versos para llevarlos a mi blog. Saludos desde Argentina. Elsa
ResponderEliminarSaludos cordiales, estimada amiga Elsa; me alegro de que hayas encontrado el poema; deseo que sea grato, provechoso y placentero a tus lectores.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno de tu amigo español
Wenceslao Mohedas Ramos