Nuestro llanto es el punto de partida
de una loca carrera que concierta
una humana pareja y nos oferta
sin que el propio permiso se nos pida.
Es carrera de obstáculo la vida,
un correr sin saber a ciencia cierta
nuestra pista, sin que alguien nos advierta
los peligros y riesgos de caída.
Maquinales jinetes muy precoces,
nuestra vida se torna en aventura,
cabalgando con máquinas atroces.
Nos empuja una impávida premura
y no vemos que vamos... muy veloces
a la meta final:¡la sepultura!
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