Perita del fregón y de la escoba,
imbuida de vientos de grandeza,
fue quemando su efímera belleza
en lupanares en labor de loba.
Quiso ser una estrella supernova
y subir sin saber, con ligereza
y vivió ya sin honra y sin cabeza
entre bubas y babas por se boba...
Por saltar del servicio hacia el fornicio,
se torció su derecho a la esperanza
y se hundió en depresivo precipicio.
Ya su vida , sin norte y sin pujanza,
es infesto vivero de suplicio
donde el sida ya suda malandanza...
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